Raíces de Luz

Las capas que hacen quien soy

Raíces de Luz nace inspirada de manera sutil en una obra que acompañó mi exploración visual, pero aquí toma un rumbo profundamente personal. Esta acuarela transforma la figura del maguey azul —firme, expansivo y lleno de vida— en una metáfora íntima de identidad: un retrato de mis propias capas, etapas y transiciones.

Cada hoja del maguey se despliega como un fragmento de historia. Algunas son intensas, marcadas por tonos profundos que narran momentos que dejaron huellas. Otras aparecen suaves, casi etéreas, recordando etapas donde la vida fluyó con más calma. En conjunto, todas construyen una armonía cromática que refleja lo que somos: una mezcla de momentos, aprendizajes, duelos, descubrimientos y renacimientos.

Las mezclas de color —ese juego espontáneo y siempre sorprendente de la acuarela— se convierten aquí en el lenguaje emocional de la obra. Entre azules, lilas, verdes y sombras delicadas, cada transición simboliza la forma en que la vida nos moldea suavemente, creando una gama que solo puede existir gracias a la suma de todas sus capas.

En su forma ascendente, Raíces de Luz sugiere crecimiento, expansión y búsqueda interior. Y, como maestra de yoga, encuentro en esta estructura natural un recordatorio del equilibrio: de cómo cada parte del camino, incluso las más oscuras, nos sostiene y nos empuja hacia la luz.

Es una obra que invita a mirarnos con honestidad y gratitud, reconociendo que todo lo vivido —lo intenso, lo tenue, lo dulce, lo difícil— forma una unidad en armonía.