Pugnatus, Victus, Renatus, Victor.

Sara Sofia Sampayo Romo

Pintura

Acrílico sobre lienzo 

200 cm x 120 cm 

En esta obra, titulada PUGNATUS, VICTUS, RENATUS, VICTOR, (luche, fui vencido, renací, vencí) explora la experiencia de librar batallas que nunca fueron nuestras y el agotamiento que surge de perseguir caminos equivocados. La rendición y la aceptación de la derrota marcaron un momento de revelación, permitiéndonos renacer y encontrar nuestro verdadero curso. Este renacimiento no fue una victoria impuesta por la fuerza, sino el triunfo íntimo del autodescubrimiento y la reconciliación con nuestra propia esencia.

He elegido manifestar esta narrativa profunda a través de la imagen de una yegua—una criatura que encarna tanto el poder como la vulnerabilidad. Ella lleva el cincho y la joyería, no como simples adornos, sino como símbolos de las cargas y expectativas que alguna vez nos impusieron aquellos que intentaron controlar el camino. Estos adornos son reliquias de una vida pasada, vestigios de las restricciones que buscaban moldear algo que nunca debía ser. Sin embargo, notablemente, no lleva montura—está libre, sin el peso ni el control de esas fuerzas externas.

Su expresión es de una complejidad exquisita: hay angustia, un reconocimiento profundo y crudo de las batallas libradas y del dolor sufrido. Pero, entretejido con ese dolor, está el inconfundible alivio de la liberación—de saber que la lucha, aunque larga y desgarradora, ha llegado a su fin. Ella se yergue alta, orgullosa e intacta, habiendo emergido de la tormenta con una fuerza tranquila pero resuelta. Su mirada está fija, su postura inquebrantable, un testimonio del valor que se necesita no solo para sobrevivir, sino para reclamar el propio camino.

Esta yegua no es un símbolo de derrota, sino de renacimiento—de levantarse una vez más, llevando las lecciones del pasado sin ser encadenada por ellas.