Manolo Vargas

Silverio

Escultura

Bronce a la cera perdida

42 x 14 x 14 cm.

1998

Escultura dedicada a Manolo Vargas, Bailaor mexicano de Danza Española, que triunfó en España y regresó a México en la segunda mitad del siglo XX, donde se dedicó a la enseñanza y a compartir sus conocimientos con quienes se acercaron a él para aprender, no solo de danza, sino de su propia vida, la cual es excepcional. Siempre iluminado por su gran estrella, y de una gran calidad como ser humano. Los giros de la vida me acercaron y permitieron conocer a este gran artista, con el cual pude aprender muchas cosas, entre ellas como él valoraba la disciplina y como en su vida, el amor al arte era indispensable, en la danza y en cualquiera que sea el arte que se practique.

Me inspiré para su realización en una fotografía que en las revistas y periódicos de la época le fue tomada. Su amistad fue otro de los factores que me motivaron a hacerle esta escultura, que le gustó mucho y la conservó hasta el final de sus días.

Manolo Vargas, dejó una huella en el mundo de la Danza que durará por generaciones y esta obra es solamente un sencillo homenaje a un artista excepcional.