Guardián de lo nunca dicho

JOE Barros Chaparro

Pintura

Acrílico sobre papel

57 x 67 cm (enmarcado)

Intentar representar lo esotérico, el misticismo y la filosofía a manera de alegorías es algo que me mantiene continuamente ocupado. Son largas sesiones de pensamientos. Para esta obra al ser andrógino y pálido, con aura mística, he pretendido que sea un sabio. El sabio normalmente calla y sabe guardar secretos, cosas que es bueno callar, el autocontrol, la observación sin juicio son algunas de sus cualidades. Quizás sea una alegoría de la prudencia, los ojos bien abiertos, las orejas parcialmente cubiertas que pareciera que no ha escuchado todo, pero por el contrario; saber escuchar es una de sus habilidades. Los labios apretados para no dejar escapar un juicio o una opinión. Esa es su encomienda, guardar las cosas que no deben decirse, es como una ‘caja de Pandora’ que nunca se abrió, ni se abrirá. Representa el rigor, la disciplina y la iniciación que pueden ser atributos de sólo unos cuantos. Es la piedra de toque, que me hace preguntarme y responderme sobre qué hacer ante una situación que plantea un problema moral “¿Qué pasaría si todos hiciéramos lo mismo?” Esa respuesta que sólo tu sabes y que no tienes que decirla.