Ahora estás solo al Nivel de las Aves

Luis Omar Martínez Larios

La obra captura una escena que parece suspensa entre los límites del tiempo y el espacio, donde se dibuja la figura de una mujer solitaria, vagando en un mundo desolado con una espada en la mano.

Su cabello desordenado refleja el vacío de su existencia. La espada, más que un arma, es una extensión de su dolor, desgastada y cubierta de inscripciones que relatan historias olvidadas. La mujer avanza con pasos decididos, pero su andar es una mezcla de tristeza y determinación, como si buscara algo que solo existe en el crepúsculo de su memoria.

En el cielo, sin embargo, se despliega un espectáculo de luces y sombras, donde los personajes de su pasado se congregan en una danza etérea. Hay un anciano sabio con una barba blanca que le enseñó a amar las historias, una amiga de infancia que solía reír a carcajadas junto a ella, y un amor perdido que una vez prometió eternidad. Estos espectros flotan en una mezcla de colores suaves y luminosos, como si fueran las últimas huellas de un atardecer en un mundo que se desvanece.

Oleo sobre tela
100 cm x 70 cm
Pintura