Colección: PEDRO SÁNCHEZ

PEDRO SÁNCHEZ

Reconocido por su enfoque multifacético que abarca la especialidad de arquitectura, escultura, pintura y fotografía, ha logrado generar una dinámica para la representación de sus obras en las que a través de distintas técnicas y formatos, consigue resignificar cosas ordinarias en piezas que invitan a la propia interpretación del espectador y a inquietarlo al descubrimiento del origen de cada serie y pieza, no solamente por el atractivo visual sino también por el discurso conceptual y teórico de cada una de ellas.

La principal inspiración de la obra de Pedro es a través de la excusa del porqué deberían existir cosas que existen y no existen al mismo tiempo y que al darles una distinta representación  y lugar en el espacio y en el tiempo, toman vida y razón propia de ser; como por ejemplo objetos dedicados, construidos o diseñados para un propósito que se vuelven más bellos en otro tipo de contexto y forma. O el darle valor a cosas que no tendrían por qué ser admiradas por ser simplemente objetos utilitarios y de uso cotidiano.

En sus más recientes series artísticas destacan tres colecciones que están en constante proceso de anexión y complementación de cada una dependiendo los objetos y sueños que van llegando al proceso de inspiración del artista:

TAXIDERMIA

La definición de esta palabra, remite al oficio de disecar para conservar la apariencia y facilitar así su exposición, estudio y conservación.

Taxidermia es una serie de objetos utilitarios en su mayoría electrónicos (televisiones, tabletas, teléfonos) que al ser descontextualizados, desarmados e intervenidos transmutan su origen inicial a objetos de admiración y decoración con alma propia; reencarnan en una mejor versión de su propósito original.

MENSAJES OCULTOS

Mensajes ocultos es una colección pictográfica con una técnica abstracta y accidentada, en la que a través del expresionismo puro y propio del artista, se logran  “ver y reconocer” mensajes conscientes e inconscientes que el mismo artista ha reconocido hacerlos como un médium. En el que la comunicación llega como resultado objetivo  al “terminar” el proceso al momento de la exhibición final.

EL PRETEXTO DE LA VENTANA

La ventana no fue una pared donde se pueda colgar un cuadro. Sólo le tocó ser un simple elemento inventado para resguardar el interior del exterior y dejar pasar la luz al mismo tiempo… pero eso… le tocó ser solo vidrio y en algunos casos, tener un enmarcado en aluminio, acero o madera para ser una ventana, una simple ventana. Y quizás la pared pensara lo mismo de la ventana…”yo quería ser ventana para ver sin ser visto”.

El Pretexto de la Ventana es una serie de bastidores en blanco sujetados mediante imanes de distintos calibres y formas para poder estar suspendidos a través del cristal de las ventanas, de formato “grande” 1,22x 2.44 que va montada / recargada a su vez en el cualquier muro.

El muro es la base de la ventana y la ventana es la base de la “pieza de arte” dándole gusto al espectador, a la ventana, al muro y al cuadro expuesto de estar donde no tienen por qué estar.

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