Es el acto de dibujar que Mónica prefiere: Hacer esbozos, planos, y mantenerse estrechamente en el corazón del trazo con el propósito de proyectar y componer, o mejor dicho, concebir. Una exploración que la llevó naturalmente, inexorablemente, hacia la nobleza de la cerámica y del cemento. Al estudiar diseño gráfico, descubrió cuán moldeable es este trazo, este gesto del diseño mismo, que aparentemente se refiere a la realidad y no es más que un camino hacia la imaginación.

El trazo llevó naturalmente a Monica Moussali a la materia, a la textura que le gusta trabajar y moldear. La manufactura de sus productos es un tema esencial. Los escoge entre los más artesanales, entre los obreros que siguen haciendo los mismos gestos desde el principio de la historia de nuestra humanidad.

“Mi meta es hacer diseños que hablen por sí mismos, que tengan vida propia, hacer que un objeto tradicional cambie de forma, de aspecto, para no reducir al objeto sólo a su realidad física. Traducir lo invisible en visible es comprender los fundamentos de la forma y la composición, y aplicar dichos conceptos para evocar emociones por medio de la forma y el ritmo.”

Monica Moussali, de la realidad a la imaginación para llenar nuestro espacio de sensibilidad y de objetos tradicionales, como el azulejo, pero re-inventado, reinterpretado por la diseñadora que explora la forma que nos rodea, transformando un objeto en una verdadera experiencia estética.