Colección: MARNA

MARNA/ Grazia Marina Nagel, nacida en Buenos Aires año ’93.
Desde el inicio de su consciencia soñó ser artista.
Escribir es gratis y por eso empezó, escribió por horas.
Resulta ser que en Sudamérica y desde su realidad, fue casi utópico fantasearse artista, imagínese ud, en ese entonces todo parecía un sueño.
La vida misma creó de ella una musa. Se adentró en el papel y en verdad hubiese dedicado la vida a serlo. Total vocación.
Hedonista, atrapante. Juró ser ella misma una obra, se pintó hasta el alma.
Fue vanidosa y le resultó. Se volvió pura, gigante. La mismísima Venus.
El mundo le exclamaba:
¡Inspírame musa mía! ¡Háblame, déjame verte!
¿Qué importa así del cielo vengas o del infierno, belleza, monstruo enorme, ingenuo y atrevido,
Si tu mirar, tu pié, tu faz, me abren la puerta de un infinito que amo y nunca he conocido?
Le habían dedicado poemas, palabras, la luna, flores. Todo a cambio que tan solo existiera, era la plena abundancia de la musa.
Parecía estar en la flor de la vida… pero, ¿sabe Ud lo que se siente al ser observado, enaltecido?
La belleza suele ser ambigua, irónica, adictiva, a veces vacía y limitante.
Se sintió perdida en ella misma, un enigma con un millón de respuestas.
Reconocerse era cuestionar su personaje incuestionable.
La vida en torno al arte, casi siempre así suele ser. Uno necesita sentir; amor, pasión, fuerza, drama…
Todos estos sentimientos como centellas ¡explotando!
Las llamas se hicieron de las chispas, el mismísimo fuego de la creación divina comenzó a arder. Su existencia quedó encendida, magia para despertar en todos los sentidos.
Se vió descubriendo que en verdad era más grande de lo que ella creía, y no menos sería.
Se sumergió en la fuente. Saludó a la vida, anheló ser como Dios
Dijo:
_ Luz que me alumbras,
Seré tu reflejo,
Aún en la noche.
Me acostaré,
a reposar mis sueños,
porque noche también Soy.
Soñaré un mundo nuevo,
lo crearé mañana.
Así que comenzó a pintar, a crear, y no dejó de hacerlo hasta atravesar las capas superficiales y medias de su mente para poder llegar a esas capas mas profundas… donde vive la verdad sin ilusiones y las ideas desinhibidas.
Socializó por horas mediante miras silenciosas con lienzos en blanco, uso sus manos, las ensució, se equivocó, continuó y comenzó de nuevo.
Algo de ella se transformaba, sin embargo, de alguna manera nunca se había sentido tan viva.
Materializó su ser, enorme, ella misma. Vedla Ud ahora, pintando musas, creadora siendo quien soñaba ser… ¡Artista!.
Su obra es viva, elemental, luminosa, sentimental, sumamente femenina y sencilla.

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