Colección: Chanes Núñez Pablo Emilio
Chanes Núñez Pablo Emilio
Nací el 4 de octubre de 2002. A los nueve años, sufrí una pérdida familiar significativa, y años después, en 2018 y 2020, también. El arte siempre fue algo que sentí lejano, pero que estuvo invisiblemente acompañándome en cada momento de mi vida; es un poema que solo hasta hace unos años logré escuchar, como si del viento se tratase. Actualmente, estoy cursando la Licenciatura en Diseño de la Comunicación Gráfica en la UAM Azcapotzalco. Esta trayectoria personal se refleja en mi obra, donde exploro temas de soledad, vulnerabilidad y la búsqueda de conexión en un mundo complejo.
Siempre he sido solitario, como si nunca encajara. Desde la pandemia, me siento aún más como un fantasma, una sombra en el transporte: existo, pero soy incomunicable ante los demás.
El arte se ha convertido en mi refugio ante esta desolación; es un espejo donde enfrento mis ansiedades y deseos reprimidos. Con cada figura y ente –distorsionados, viscerales y enigmáticos–, invito al espectador a enfrentarse conmigo en esta frontera incierta, a reconocer su propia vulnerabilidad ante lo desconocido y el vacío que esto representa.
Busco confrontar a los espectadores con la fragilidad de nuestra existencia y el vacío contemporáneo, invitándolos a reflexionar sobre su lugar en un mundo complejo. Cada una de mis obras parecen ser un ritual visual, donde las expresiones, las posturas, las formas, las heridas y la sangre de mis personajes transmiten una especie de sacrificio místico y existencial. Es en estos rituales visuales donde los cuerpos cobran vida, transformándose en desnudos que revelan tanto la frágil carne que somos como las emociones profundas que cargamos.
Exploran una intimidad y sensualidad que todos conocemos, así como una inseguridad que, día a día, expone una decadencia rechazada por el mundo. Estos cuerpos, expuestos y transformados, van más allá de lo erótico para representar una realidad arcaica, inquietante y cruda, desafiando normas establecidas. No son solo formas; son expresiones de estados emocionales y psicológicos complejos, desgarrados entre la búsqueda de identidad y su disolución.
Mis piezas toman influencias expresionistas y construyo un lenguaje visual que convierte lo abismal en belleza oscura. Estas representaciones de la dualidad humana y bestial se entrelazan con elementos de la naturaleza, añadiendo a mis obras una estética que une belleza y oscuridad. Elementos naturales como flores, la luna, paisajes y animales contrastan con figuras distorsionadas, entremezclándose con símbolos. Estos contrastes reflejan una lucha constante entre el sufrimiento y la redención. Esta dualidad invita a reflexionar sobre la fragilidad humana y nuestra relación con la naturaleza, el deseo y la muerte.
En mis obras, la exploración de la soledad, la vulnerabilidad y el deseo revela no solo la fragilidad de la existencia humana, sino también la necesidad de conexión en un mundo que a menudo rechaza lo vulnerable. Al confrontar estas realidades, espero que los espectadores encuentren un eco de sus propias luchas y anhelos, recordándoles que no están solos en su búsqueda de sentido. El arte, en su esencia, es un puente que conecta nuestras soledades y deseos, transformando el sufrimiento en una búsqueda compartida de belleza y redención. Los animo a sumergirse en estas representaciones, a cuestionar sus propias percepciones y a encontrar en ellas la belleza oculta en lo abismal.
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