Es un escultor y ceramista con más de diez años de experiencia en el arte de la cerámica. Formado en artes, su trabajo va más allá de la técnica, abordando una profunda búsqueda espiritual a través de la creación artística. Desde una perspectiva de exiliado, Angelo explora la conexión entre lo humano y lo divino, utilizando el barro como medio para canalizar emociones y pensamientos en formas que invitan a la reflexión.
Su obra busca ser un puente entre lo terrenal y lo trascendental, donde cada pieza representa un diálogo entre el creador y las fuerzas invisibles que nos rodean. Con un enfoque en la materialización de lo intangible, Angelo transforma la arcilla en algo vivo, reflejando la vulnerabilidad y la fuerza de la condición humana.
A lo largo de su carrera, ha compartido su visión a través de talleres y clases, guiando a sus alumnos en el descubrimiento de la cerámica como un medio de sanación y autoconocimiento. Sus obras, expuestas en diversos espacios, muestran no solo su destreza técnica, sino también su compromiso con el arte como un camino hacia la trascendencia espiritual.