El panel pintado se encuentra en lo más profundo del abrigo y sobre la parte superior. Como está orientado al este y el viento y la lluvia predominantes provienen del oeste, no ha estado expuesto a erosión eólica ni a la disolución de los de carbonatos por agua. “El panel”, afirma el estudio, “está casi completamente conservado”.
Los especialistas fotografiaron digitalmente las dos huellas halladas y analizaron la anchura de las crestas dactilares. Para determinar la edad y el sexo de las personas que las dejaron, se compararon estas medidas con el de 546 dactilares del dedo índice de la mano derecha de individuos juveniles y adultos españoles actuales (304 mujeres y 242 varones). Del análisis se concluye claramente que correspondían a dos individuos diferentes: un hombre adulto, de 36 años, y una mujer (al 80%) o, en todo caso, un joven o adolescente.
Francisco Martínez-Sevilla, del Área de Prehistoria de la Universidad de Alcalá, señala que “la investigación sobre la autoría, utilizando la metodología aplicada servirá para desvelar las complejas dimensiones sociales que se pueden detectar en otros sitios con arte rupestre en el mundo”.
Como escribió Lourdes Prados, catedrática de Arqueología de la Universidad Autónoma de Madrid, en el libro que desató la polémica hace tres años, “no hay que idealizar el pasado a través del discurso expositivo, ni de inventarnos relatos para que aparezcan mujeres, se trata de dotar de contenido aquellos ámbitos donde la investigación arqueológica nos indica que ellas desarrollaron sus actividades y que, obviamente, varían según las épocas y culturas”.
El nuevo estudio multidisciplinar —firmado por cuatro científicos y cuatro científicas— lo confirma, por primera vez.
Vicente G. (28 SEP 2020) Las mujeres tuvieron un papel activo en el arte rupestre. Recuperado de: https://elpais.com.